Lección 126

Un pensamiento sostenido nos ha acompañado, “el que me lastima ha de ganarse mi perdón” una sentencia que nos convierte en jueces, un perdón que eleva el ego, una indulgencia que divide según la “compasión”

Tal cual como tratamos a otros nos tramos a nosotros, en el mundo de los egos, esto es imposible de creer; nos sentimos distintos, separados, independientes.

Somos Uno, nos lo ha dicho Dios, mi Hijo Amado, no habla de manera singular, habla de forma total, esa es la salida de este sueño, la unidad y esa solo la revela el perdón que nos recuerda que dar y recibir, son exactamente lo mismo.

Práctica:

Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a tratar de enten­der esta lección. Esta idea es el pensamiento mediante el cual el perdón pasa a ocupar el lugar que le corresponde entre tus prioridades. Es el pensamiento que liberará a tu mente de cual­quier obstáculo que te impida comprender el significado del per­dón y lo valioso que es para ti.

Mientras permaneces en silencio, cierra los ojos al mundo que no comprende lo que es el perdón, y busca amparo en el sereno lugar en el que los pensamientos quedan transformados y donde las falsas creencias se abandonan. Repite la idea de hoy, y pide poder entender lo que realmente significa.

Estáte dispuesto a dejarte enseñar. Alégrate de oír lo que te dice la Voz de la verdad y de la curación, y entenderás las palabras que Él te diga y recono­cerás que son tus propias palabras.

Tan a menudo como puedas hoy, recuérdate a ti mismo que tienes un objetivo, una meta que hace que éste sea un día de especial importancia para ti y para todos tus hermanos. No per­mitas que tu mente se olvide de este objetivo por mucho tiempo, sino que di para tus adentros:

“Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.
La Ayuda que necesito para comprender que esto es verdad, está conmigo ahora.
Y confiaré en Él plenamente.”

Permanece luego en silencio por un momento y deja que tu mente sea receptiva a Su corrección y a Su Amor. Y creerás lo que le oigas decir, pues recibirás lo que Él te dé.